Reina cierta expectativa en los círculos sociales con motivo de la celebración que se realizará en honor de los delegados del Congreso Nacional del Comercio, a la que se atribuyen las proporciones de una gran fiesta. Con este motivo nuestras familias asistirán a presenciar el desfile, dándole la consiguiente animación y alegría". Esta información fue publicada por Los Andes en su edición del 11 de abril de 1913, sin poder prever nadie que esta original celebración se transformaría en la máxima fiesta mendocina.
Este primer festejo, que ya en esa época fue denominada como "Fiesta de la Vendimia", se anticipaba así en 23 años a la primera fiesta vendimial, dispuesta por decreto durante el gobierno de Guillermo Cano, el 3 de marzo de 1936.
A diferencia de las celebraciones que se realizaron a partir de 1936, esta primera fiesta de la vendimia consistió solamente en un desfile de carros alegóricos, no estando incluida la elección de la reina, como ahora es tradición.
Según lo relata la crónica publicada al día siguiente de realizada la fiesta, "un número de espectadores difícil de calcular por lo crecido asistió a presenciar la esperada fiesta de la vendimia".
El festejo se realizó un viernes (11 de Abril) y la partida del carrusel dió comenzó, a las 20:30, desde la entonces plazoleta Barraquero, continuando por avenida San Martín. Por ésta, el desfiles prosiguió recorriendo calles Sarmiento, 9 de Julio, Necochea nuevamente Sarmiento y San Martín.
Lo único que empañó un poco el carrusel fue la deficiente iluminación de la plaza San Martín, a la que el desfile de carros prácticamente rodeó y que se constituyó en uno de los centros principales donde se agrupó el público. La marcha se abrió con una sección del escuadrón de seguridad y la banda de la policía. Inmediatamente después venían los heraldos. El primero de ellos, a caballo, portaba el escudo de la provincia, el siguiente traía un estandarte del II Congreso del Comercio y la Industria; el tercero, uno de la fiesta de la vendimia y el cuarto, un estandarte anunciando el primer carro que desfilaría.
Esta primera carroza, tenía como motivo el Arca de Noé. Los que marcaban tras ellas fueron las siguiente:
Una representando una choza de los primeros moradores de América; la carabela introductora de la vid; muestra de útiles antiguos de recolección de uva; estandarte alusivo; carro con plantación de viña; otro con recolección; sistema para pasar la uva; una prensa antigua; cuba moderna de fermentación; tonel artístico; bordalesas, distintos tipos de botellas, marcas de bodegas, la vendimia en Valencia (fue el carro del Círculo Valenciano); heraldo anunciando el número siguiente; carro representando al Dios Baco (el cuadro de Velázquez) y carrozas alegóricas que representaban a los Bacantes.
La marcha fue cerrada con el desfile de 100 vendimiadores, que simbolizaban el regreso al hogar luego de la terminación de la cosecha. "Cuando terminó el desfile -señala la cónica- la enorme muchedumbre se dispersó dando inusitada animación a las calles adyacentes".
Indudablemente las carrozas que mayores aplausos concitaron fueron la de la Carabela y la de los Bacantes, mientras que la mayoría de las restantes, mostrando distintas etapas de la elaboración del vino, constituyeron un aporte de la provincia para hacer conocer a los visitantes su principal industria.