Está ubicado a sólo 27 kilómetros de la ciudad de San Rafael, cerca de Villa 25 de Mayo, y ofrece un hermoso paisaje con arboledas, en cuyo ámbito se puede desarrollar actividades recreativas y campamentismo. Aguas abajo de este dique se halla instalada la cuarta central hidroeléctrica de la cuenca del Diamante, denominada Los Coroneles.
El derivador Galileo Vitale se encuentra aguas abajo del dique El Tigre y a 2 kilómetros de Villa 25 de Mayo, la primera obra construida en el Río Diamante para aprovechar sus caudales y poder utilizarlos para riego artificial. De este embalse sale, por canales marginales, el agua necesaria para el riego de más de 150.000 hectáreas de cultivo, en el norte del oasis San Rafael.
En Los Coroneles se aprovecha el agua de riego para transformar en energía el agua en movimiento a través de un desnivel de unos 20 metros. Posee dos turbinas (turbogeneradores) de 3.300 Kw/h, llegando a una potencia instalada de 6.600 Kw/h.
Por un convenio firmado con el gobierno de la provincia, su explotación la realiza una empresa creada por el Sindicato de Luz y Fuerza de Mendoza que, a cambio, paga un canon a la Universidad Tecnológica Nacional y la Cámara de Comercio local que ambas entidades aplican al estudio de factibilidad de proyectos destinados a la mejora de las técnicas del sistema de riego, del Paso de Las Leñas y otros emprendimientos, como las micro centrales en canales de riego.
El dique Galileo Vitale es parte de un proyecto gubernamental para crear una reserva piscícola y de pesca en la cuenca del Diamante, pero a pesar de haber sido adjudicado en la década del 90 del siglo pasado todavía no ha sido puesto en marcha.
El embalse es el más cercano a la ciudad de San Rafael, a pesar de lo cual no recibe la misma cantidad de visitantes que Valle Grande, por ejemplo, ya que carece de la misma infraestructura y sólo cuenta con pocos espacios destinados a los acampantes. El espacio forma parte de un proyecto de desarrollo denominado "Cañón del Diamante", que abarca los embalses aguas arriba en el marco de un circuito que integra los diques Los Reyunos, El Tigre y Agua del Toro.
El mismo aún está en etapa de formulación, aunque cuenta con el apoyo de los prestadores locales, del gobierno municipal y los vecinos de la zona que ven en la iniciativa una perspectiva de crecimiento que hasta el presente ha estado limitada debido al auge de otros parajes turísticos de San Rafael. No obstante, ya hay inversiones comprometidas en caso de que se establezca algún régimen de fomento similar al que benefició a la cuenca del río Atuel, donde los emprendedores recibieron los predios que hoy ocupan a bajo costo y con un régimen de fomento de inversiones.