
En Italia, en 1884, nació Alfredo Marcianesi, en el pueblito de Camerano. A principios del siglo XX viajó a la Argentina. Tenía un cuñado en Buenos Aires y se quedó con él. Al poco tiempo regresó a Italia para contraer matrimonio, porque su novia lo estaba esperando en el pueblito y él, fiel a su palabra, regresó para casarse con Cita Masaccesi.
Un aviso en un diario, nueva vida
Una vez casados regresaron a Buenos Aires y junto con ellos vinieron otros paisanos. En 1905 leyeron en los diarios una promoción que se había hecho sobre Mendoza, donde se alababan las tierras como muy propicias para la olivicultura y la vitivinicultura, que era lo que deseaban, de modo que consiguieron un contrato con un terrateniente que les ofreció trabajar para él plantando viñedos en 100 hectáreas en la zona de Las Paredes.
El trato era muy conveniente, por cada 8 hectáreas que plantaban este señor les escrituraba 2 a favor de ellos, así es que Alfredo consiguió ser propietario de varias hectáreas, pero debido a las pérdidas constantes que tenía por acción del granizo decidió venderlas y con ese dinero adquirió 10 hectáreas en la actual calle El Toledano.
Se las compró al Dr. Teodoro Schestakow, junto con don Vicente Ciardullo, quien adquirió 16 más al doctor, que las vendió mediante un poder que tenía de un compatriota que vivía en Buenos Aires.
Don Alfredo trabajó su finca, construyó su casa y en 1920 levantó su bodega, pequeña, de sólo un cuerpo, pero con piletas subterráneas.
Habían pasado ya 20 años cuando se presentó un hombre de Buenos Aires a reclamar el pago por sus tierras, el Dr. Schestakow, muy amigo de don Alfredo, no pudo explicar lo que pasó, porque él había pagado.
Este hombre les exigió el dinero, Marcianesi pagó de nuevo y terminó con el problema, pero don Ciardullo no quiso pagar y las perdió.
Legalmente la razón la tenía la persona de Buenos Aires, porque cuando pagaron no les habían entregado papeles, don Alfredo nunca pudo explicarse lo sucedido.
Familia
El matrimonio de Alfredo y Cita tuvo siete hijos, dos fallecieron a poco de nacer, el resto sobrevivió, todos nacieron en Argentina.
El mayor fue Reginaldo quien nació en 1911 y posteriormente contrajo matrimonio con una hija de Gambella, amigo y socio de su padre. Con este paisano, de apellido Gambella, cultivaron trigo en El Usillal, palabra que proviene de una planta herbácea, de nombre Usillo que existía en gran cantidad en la zona. Al trigo lo cortaban con tijeras y lo llevaban al Molino de don Máximo González, en lo que es hoy el Barrio de El Molino.
Amplió la bodega que llegó a tener una capacidad de 200.000 litros, vendía el vino de traslado a sus vecinos, en especial a Panelli.
En 1943 falleció doña Cita y todo se paralizó. Tres años más tarde don Alfredo contrajo nuevamente matrimonio con doña María Viñarás, española de la zona vasca. Ciertos problemas hicieron que la bodega se paralizara nuevamente.
Don Alfredo falleció en 1954 y sus hijos no continuaron con la bodega, en diversas oportunidades la alquilaron a varias firmas, entre otras: Mahía Hnos., Marianetti, Cirella.
Textos: María Elenza Izuel Fuente: Diario UNO