
Don Domingo Bombal padre había nacido en Mendoza en 1824 fue gobernador de la provincia durante 11 oportunidades, siempre interino. Era un hombre muy conciliador y se llevaba bien con los distintos grupos políticos. Estaba casado con doña Nemesia Videla y tenían 7 hijos, 4 niñas y tres varones.
Durante el terremoto de marzo de 1861, su esposa, doña Nemesia, sus cuatro hijas y una cuñada, estaban en misa en la basílica de Loreto y se les cayó encima el templo, por lo que todas fallecieron.
Don Domingo quedó solo con tres varones: Domingo, Jorge e Ignacio. Seis años después se volvió a casar con doña Delfina Obredor, con quien tuvo tres hijos: Ricardo, Pedro y Elvira.
En 1866 don Domingo Bombal compró al escribano Saturnino Reynols una gran extensión de tierras, donde existía una estancia que databa de 1830, aunque no era más que una tapera, no existía casa.
Su hijo Domingo Evaristo Bombal había nacido en 1854 y heredó parte de las tierras adquiridas por su padre, lo que es hoy Cuadro Bombal. Se casó con una joven inglesa, Susana Hughes, con la que tuvo tres hijas: Susana, Raquel y Rosa. La familia se instaló en la estancia, a fines del siglo XIX, previamente construir una gran casa donde vivieron varios años, participando en la vida social y económica de San Rafael.
Don Bombal hizo trazar en sus tierras dos canales: el Bombal 1 y 2, construidos por don Bernardino Izuel, con los que pudo regar sus tierras, colocó las barreras de álamos y en un principio se dedicó a la ganadería; poseía un excelente ganado que vendía a Chile y al resto del país. Tuvo una importante plantación de trigo que abastecía el consumo local.
Posteriormente plantó viñedos que adquirieron gran importancia y detrás de la casa construyó una bodega y comenzó a fabricar vinos.
Apoyó muchas obras dentro de San Rafael, como la ayuda que prestó donando la madera para la iglesia del Carmen de la villa y también para San Ambrosio, en Colonia Francesa.
En 1901 don Domingo decidió realizar un loteo en sus tierras para formar la Colonia Bombal y en el periódico Ecos de San Rafael publicó un aviso sobre el loteo y la bondad de sus vinos.
En 1908, don Domingo falleció de un ataque al corazón.
Su esposa encontrándose sola decidió regresar a Buenos Aires, donde tenía a sus padres. Se llevó a las niñas y abandonaron la estancia.
Dos de las hijas, con el tiempo, contrajeron matrimonio: Susana, la mayor, fue una famosa escritora, se casó con Mauricio Harilaos en 1928. Este era muy buen constructor y tenía mucho dinero, por lo que decidieron regresar a la estancia y arreglarla, ya que todo estaba abandonado.
Construyó los baños, las chimeneas, los techos, los pisos y la pileta de natación. Los muebles los trajeron desde Europa.
Cuando terminó los arreglos en 1930, organizaron una gran fiesta, a la que asistió el gobernador de Mendoza.
No tuvieron hijos y a los pocos años el matrimonio se disolvió.
La casa de los Bombal se transformó, por acción de Susana, en un centro de atracción cultural; a su casa invitó a Jorge Luis Borges, Manuel Mujica Lainez, Victoria Ocampo y todo el grupo de intelectuales de la época, incluidos los pintores Berni y Soldi, que dejaron pinturas en las paredes de la estancia. A Susana le gustaba mucho vivir en la estancia y se había hecho hacer un estudio, cuyo piso es de madera de damasco. Murió a los 88 años.
Raquel se casó con Camilo Aldao, que era de Buenos Aires y pertenecía a una importante familia porteña. Su padre había sido el creador del club Gimnasia y Esgrima. También construyó la primera pista de hielo que existió en la Argentina y en América, que todavía funciona.
Tuvieron dos hijos, Camilo y César. La menor, Rosa, quedó soltera y vivió en la estancia.
Hoy la estancia la conservan los hermanos Aldao, durante un tiempo la manejó Camilito Aldao, que la transformó en un hotel de fama mundial, pues sus fotos salían en revistas de todo el mundo.
Tras la muerte de Camilito, su padre, hermanos, tío y sobrinos, trabajan la famosa casa como Hotel Estancia Los Álamos. Es un hotel de los reconocidos en el Camino de las Estancias, adonde vienen jeques árabes, ingleses, japoneses y norteamericanos que desean cazar en nuestras tierras y muchos otros extranjeros en busca de paz y tranquilidad.
Una de la ideas de Camilito se está realizando de a poco, por el tiempo que tardan los cercos en crecer: en los jardines se está construyendo el Laberinto Borgiano, con setos vivos. Cuando lo diagramaron estuvo de visita la esposa de Borges: María Kodama.
Esta vieja casona, permanentemente restaurada, guarda mucha historia entre sus paredes, es muy hermosa, con amplias galerías donde hay muchos juegos de sillones para descansar mientras se goza del parque que la rodea leyendo los poemas de escritores famosos colocados en cuadros.